Aunque las cifras de siniestralidad han bajado en general en la Unión Europea, el Consejo Europeo está preocupado por los accidentes que aún tienen lugar en nuestras carreteras, y más concretamente por algunos datos concretos, como que el 60% de los fallecidos no llevase el cinturón de seguridad o que a pesar del descenso de mortalidad haya sido generalizado, haya aumentado en carreteras urbanas y secundarias.
Por eso, en el informe “Clasificación de los avances alcanzados en la UE en la mejora de la seguridad vial de sus autopistas” elaborado por el Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte, sus autores señalan la importancia que las nuevas tecnologías juegan un papel fundamental en la lucha por la Seguridad Vial, y solicitan a las autoridades comunitarias una serie de medidas como, por ejemplo, la instalación de avisadores para el cinturón de seguridad en todos los asientos del vehículo.
El informe recoge otras propuestas relacionadas con los avances tecnológicos, como los sistemas inteligentes de velocidad o los sistemas de detección de carril, o menos relacionados como una mayor vigilancia de los tacógrafos o mayores campañas de concienciación contra el consumo de alcohol y drogas; y en general, la de trasladar la normativa aplicable a autovías y autopistas al conjunto de la red de carreteras, incluyendo las urbanas y las secundarias.
En definitiva, lo que busca ETSC es acortar distancias entre la mayor siniestralidad de este tipo de vías y las autopistas, o la de disminuir malos hábitos como el no uso del cinturón de seguridad o el consumo de alcohol al volante.